Navegando por la internet, me encontré con muchos vídeos de amigos que salen juntos, que hacen algunas locuras, cantan juntos, se pelean, etc, pero no e encontrado un sólo video en que una persona demuestre tanto amor por su amigo que no le importe la posibilidad de ahogarse en el mar con el sólo fin de poder encontrarse y jugar con su amigo.
El simpático dúo vive en Troy Island, en Irlanda. El perro es la mascota residente del único hotel de la islita y el delfín es el querendón de los pescadores de la zona, y a diario viene hasta la bahía para aprovechar los desechos de la pesca del día y acompañar a los marineros cuando se hacen a la mar.
Nadie sabe con exactitud cuándo y cómo perro y delfín se conocieron, pero lo cierto es que más o menos a la misma hora, todos los días, el perro sale corriendo de su casa y llega hasta el muelle, donde a toda velocidad baja las escalinatas hasta el mar.
Cuando se lanza al agua, el delfín -que quizás por su reloj interior sabe ya que es hora de que venga el perro- ya lo está esperando.
Los dos animales retozan y gozan de lo lindo hasta que el uno o el otro se cansa, o un barco de pescadores sale del puerto, en cuyo caso el delfín lo persigue y el perro se devuelve a la orilla.
Da gusto ver cómo dos especies que no tienen nada que ver la una con la otra pueden coexistir en armonía y con gran alegría. ¡Ojalá los humanos pudiéramos imitarlos siempre!