Dicha nota, es el caso de una divertida pieza artística concebida por el músico, compositor y artista francés Céleste Boursier-Mougenot. Expuesta en centros tan relevantes como el Barbican Art Gallery de Londres, consiste básicamente en repartir varias guitarras eléctricas del famoso modelo Gibson Les Paul por una sala de la galería habilitada como gran jaula aviar. Conectados los aparatos, se sueltan en ella 40 pájaros que, volando en grupos o en solitario, se posan a su antojo sobre las cuerdas de los instrumentos arrancando de ellos asombrosas melodías.
A todo esto, dichos pájaros serán autores de una moderna música que ellos mismos crean con sus intranquilos movimientos. Para joda de algunos amantes de las guitarras, uno de estos pájaros se empeña en construir un nido en el hueco del instrumento, logrando hacer con una ramita un punteo fascinante.