Cuando los deseos de hacer más, y el arte esta por encima de cualquier deseo, vemos talentos que conmueven, incluso a los corazones mas fríos. Y este, es el caso de esta peculiar chica, que toca una sonata de piano tan fascinante, conmovedora y deleitante ante tan grande publico, demostrando que su impedimento (una mano sin dedos) no la detiene en su afán por el amor a la música.