La Peste Negra (conocida también como peste bubónica) fue una pandemia que azotó a Europa a mediados del siglo XIV matando entre un 30% y un 60% (30 a 50 millones de personas) de la población del Viejo Continente, se mantuvo yendo y viniendo hasta el siglo XIX. Hasta hoy en día, se desconocía cuál había sido el origen de esta enfermedad, pero un estudio del geneticista evolutivo Hendrik Poinar, el estudiante Kirsti Bos y Johannes Krause de la Universidad de Tubingen, lograron descubrir que la causa se encontraba en la enterobacteria Yersinia pestis.
Analizando un poco mas este tema, vemos que el equipo aplicó un método de enriquecimiento del ADN y análisis de alto rendimiento del ADN en 109 restos humanos de la fosa común de East Smithfield, en las afueras de Londres, en 1349 y encontró partículas de la bacteria que permanecían en los huesos. Por otra parte, los resultados preliminares del estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, arrojan que el patógeno de la peste negra actualmente ya estaría extinto (albricias).
Los científicos esperan que el hallazgo provea nueva información sobre la evolución del organismo como patógeno humano y apuntan a lograr secuenciar el ADN. “Tengo confianza en que esta nueva técnica conducirá a respuestas que cambiarán nuestra comprensión de la historia de las plagas y nuestro concepto de las enfermedades emergentes y re emergentes”, afirmo Poinar.